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La nevera está vacía, hay que ir a comprar. El supermercado del barrio está al final de la calle donde vivimos, enfrente de la estación del tren, entre la oficina de correos y el banco. Normalmente, vamos a comprar, al menos, una vez a la semana.
El supermercado es muy grande y podemos encontrar todo lo que necesitamos. La lista de la compra de esta semana es muy larga. ¿Qué nos hace falta?
En la frutería vamos a comprar: 1 kilo de plátanos, 1 kilo de peras, 1 kilo de melocotones, dos kilos de manzanas, medio kilo de naranjas, medio kilo de mandarinas, un melón y una sandía. En la verdulería compraremos 3 kilos de patatas, 2 kilos de cebollas, medio kilo de zanahorias, 3 cabezas de ajos y un poco de perejil. En la carnicería vamos a comprar ternera, salchichas y hamburguesas; y en la pescadería merluzzas, gambas y sardinas. Esta mañana se han acabado los cereales, tenemos que comprar una caja de cereales con chocolate, y, además, un tarro de mermelada de fresa, dos docenas de huevos, una botella de aceite, una tarrina de mantequilla y tres barras de pan.
Antes de llegar a casa voy a comprar el periódico, una revista de moda y un paquete de chicles de menta en el quiosco.
