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Nuestra felicidad no depende sólamente de nuestras posesiones, aunque mucha gente lo crea.
Hay personas con mucho dinero que se sienten desgraciadas y en cambio otras personas con muy poco dinero que son más felices con sus vidas.
La mayoría de nosotros tenemos buena salud, una casa donde vivir, una familia y amigos, pero no nos damos cuenta de ello hasta que nos sentimos mal por algo, o perdemos alguna cosa o persona importante. O bien no nos quejamos, pero tampoco lo valoramos. Todos conocemos a alguien que pese a tener un buen trabajo, una vida cómoda, amigos fieles y una familia estupenda, no es feliz.
Así que en lugar de lamentarnos todo el tiempo, deberíamos estar agradecidos de todo lo que tenemos. Un buen ejercicio sería que cada noche antes de acostarnos, cada uno de nosotros escribiese tres cosas que tiene y que le hacen feliz, o cosas que nos gustan de una persona y nos hace feliz.
Si repetimos este ejercicio durante cada día, se convertirá en un hábito. Las personas que realizan esto, tienen una vida más exitosa y llena de satisfacción. Se trata de disfrutar de los placeres de la vida y ser consciente de ello. Un ejemplo sería disfrutar del desayuno cada mañana, disfrutar de una conversación con un amigo sin mirar el móvil…
De modo que si tenemos en cuenta estos pequeños detalles, seguramente podremos ser más felices y disfrutar de todo lo bueno que nos rodea.